Historia de las inundaciones en Tenochtitlán
En 1325, los mexicas (aztecas, al momento de su llegada) se asientan en un solitario y despreciado islote en medio del Lago de Texcoco, donde el pueblo gobernante en aquellos tiempos (Azcapotzalco, de filiación tepaneca), le permitió formar su hogar. En menos de 200 años, los mexicas lograrían formar una de las sociedades expansionistas más impresionantes de la historia antigua del continente americano. Se decía según las crónicas qué:
"[...] y desde que vimos tantas ciudades y valles poblados en el agua y en la tierra firme y otras grandes poblaciones y aquella calzada tan derecha y por nivel como iba México, nos quedamos admirados y decíamos que parecía a las cosas de encantamiento que cuentan en el libro Amadís, por las grandes torres y edificios que tenían dentro del agua y todos de cal y canto y aun algunos de nuestros soldados decían que si aquello que veían si era entre sueños y no es de maravillar que yo escriba aquí de esta manera, porque hay mucho que ponderar en ello. No sé cómo lo cuento, ver cosas nunca oídas, ni aún soñadas como veíamos. […] Muchas calles eran canales por los que sólo se podía transitar en canoas [...]".
Esta simetría y planificación que tanto admiró a los conquistadores, provenía de una idea de organización política y social, de la división cuadripartita del grupo mexica.
La época de esplendor fue, sin duda, cuando existió el primer contacto con la heráldica, en el año de 1519. Pero existe una gran historia atrás de esto: la de la construcción de la maravillosa México-Tenochtitlán, que mismos personajes como Bernal Díaz del Castillo o Hernán Cortés, describieron con su pluma a gran detalle. Nos concentraremos para el presente escrito en la manera en que los mexicas tuvieron que solucionar el principal problema arquitectónico para la edificación de su ciudad.
Al estar en medio del lago de Texcoco en un terreno blando y pantanoso, por lógica, la construcción se volvió un tema complejo, que fue excelentemente cubierto con un sistema de pilotaje de madera debajo de los edificios, para poder asentarlos sobre el lecho fangoso del lago. El gran cuerpo de agua conformado por 5 lagos (Texcoco, Xochimilco, Chalco, Zumpango y Xaltocan), suponía una barrera natural para cualquier tipo de invasión, lo que los mexicas aprovecharon de manera perfecta mediante la construcción de una red de calzadas de piedra cortadas en tramos donde instalaron puentes móviles de madera, así, se aseguraban que nadie podía entrar, y si lo consiguieran, ya no podrían salir.
Otro problema inherente a la traza original de la ciudad, fue la necesidad de adaptar la naturaleza a las necesidades humanas, y al estar en medio del lago, los problemas de inundaciones fueron y siguieron siendo durante la época virreinal, un tema de preocupación. Se tienen registradas al menos 3 grandes inundaciones en la época de dominio mexica: 1446 y 1449.
Durante el gobierno de Moctezuma Ilhuicamina (1440-1469), Tenochtitlán sufrió la peor de las inundaciones de su historia, y fue cuando por consejo de Netzahualcóyotl, se construyó una albarrada de 16 km de longitud sobre el agua y 15 metros de ancho, la cual dividió en dos el lago de Texcoco, separando a su vez, las aguas salobres de este y las aguas dulces de la Laguna de México. Esta obra hidráulica servía a su vez como contenedor contra inundaciones y como distribuidor de agua dulce.
Recomendaciones bibliográficas:
-Tenochtitlán en una Isla, Ignacio Bernal.
-El desarrollo urbano de México-Tenochtitlán, Sonia Lombardo de Ruíz.
-Tenochtitlán; ciudad de aguas, Juan Carlos Olivas.
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